lunes, 28 de diciembre de 2009

Pinches ojetes

Como aficionado al fut, también me gustan los dramas que se arman entre equipos. Y, también como aficionado al BUEN fútbol, obviamente no le voy al puto América, al cual malrayo parta y es un equipo al que sólo la gente culera y ojete le va (excepto mi buen amigo Rob, que sin duda se equivocó terriblemente con su elección de equipo pero no es mala persona).

Como sea, todos los pamboleros del país están al tanto de una de las tantas arbitrariedades que se cometen en México, en este caso, el conocido "Pacto de Caballeros", por lo cual no entraré en detalles acerca de qué significa.

Lo importante aquí es que Cuauhtémoc Blanco, flamante contratación del Veracruz, declaró contra su "amado" América cosas que todos sabemos: que son unos ojetes por no dejar libre a un jugador (Reinaldo Navia), que se quisieron ver gandallas y que aparte querían darle una ayudita a su hijito Necaxa.

Lo mejor vino hoy, cuando Michel Bauer -el presidente del América- y sus cómplices declararon, ahora resulta, sentirse tristes y ofendidos por lo que dijo Cuauhtémoc. Que ellos no son unos culeros, que juegan bajo las reglas y que son TRANSPARENTES.

Que chinguen a su madre. Y no sólo por ser quienes son, sino que sólo ellos serían tan descarados de salir a decir que son unas blancas palomitas, escupir en la cara al único jugador que les ha dado un título en los últimos 15 años y encima declarar como las niñas fresas y lloronas que son que se sienten ofendidas y heridas. Y aunque a lo mejor sólo buscaba yo un pretexto para tirarle al América, lo cierto es que en cualquier lado los que están arriba son gente arbitraria, prepotente y oportunista, y todos los demás somos los pendejos que ahi andamos de borregos, sea en deportes, política o cultura.

¡Feliz año nuevo!

domingo, 27 de diciembre de 2009

221B Baker Street

"To a Great Mind, nothing is little"

- Arthur Conan Doyle, Un Estudio en Rojo.

Siempre me llamaron la atención esos cuatro libros, colocados con reverencia en la parte más atestada del librero, compartiendo el anaquel con libros de Disney (de la hoy extinta editorial Novaro, que hacía los libros para niños más BADASS del mundo) de cuando tenía cuatro años y que mi abuelo me leía, material de ingeniería de mi papá, el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Reader's Digest o la colección Maravillas del Mundo Natural de Time Life. Sin embargo esos cuatro libritos me llamaban, porque en sus lomos leía yo títulos que conocía de oídas, títulos que en la tele (antes en la tele si se hablaba de cultura, aunque sea un poco) había oído o visto mini adaptaciones en esas loquísimas animaciones que pasaban los sábados en la mañana en Imevisión, o de los que mi mamá me hablaba con respeto y fascinación. Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino (el mejor libro que jamás van a leer en sus vidas), El Jorobado de Nuestra Señora, El prisionero de Zenda, Las Narraciones Extraordinarias, El Libro de la Selva, entre otros clásicos. La colección respondía al nombre de "Libros eternos para la Juventud" y recuerdo que la razón que me hacía no leerlos era porque Las Narraciones Extraordinarias contenían unas ilustraciones de quiensabequién (más tarde me encontré al mismo sujeto al leer El Halcón Maltés) que eran francamente estremecedoras. Qué onda con todas esas cabezas flotando, las severas e irregulares líneas negras, los rasgos torturados y con un leve brillo de insania de los personajes. La sola vista de esas litografías me hacía creer que esos libros escondían terror puro.

Sin embargo, el Volumen 1 tenía Los Grandes Casos de Sherlock Holmes, y entre las páginas más maltratadas de los cuatro libros había un título que me intrigaba: "La Aventura de las Figuras de Bailarines". Me intrigaba no sólo que estuvieran manchadas de humedad y un polvo café que nunca le he podido limpiar, sino también el hecho de que, a intervalos regulares en el texto, se encontraba esto:



Nunca, en ningún libro que hubiera yo leído antes, había visto algo así. Aquellas figuras me llamaban la atención, así que un día decidí dejarme de tonterías y leer acerca de ese tal Sherlock Holmes del que (obviamente) ya estaba tangencialmente al tanto de su existencia.
Me volví devoto de inmediato. Ese no era el tipo que tanto se ha parodiado, inglés hasta el punto del ridículo, con un compañero leal pero ingenuo, y con personajes complementarios y antagonistas caricaturescos. Éste era un genio, obsesivamente dedicado a la pasión de su vida, desentrañas la verdad tras la apariencia de las cosas, con una lógica fría y calculadora que no estaba exenta de un parco pero sempiterno humanismo, una especie de conmovedora convicción de que tales dones se debían poner al servicio de los demás. Y ni hablar de Watson, un médico militar siempre dispuesto a saltar a la acción, tenaz como sabueso y con la suficiente sensibilidad como para ser el cronista de las andanzas de la mente más fascinante que haya surgido en la literatura, y único verdadero amigo del genial investigador.

Tomemos esas figuras de bailarines. Donde cualquier otro veía simples garabatos, Holmes veía códigos, alfabetos cifrados y un sistema encaminado a un objetivo, que por regla general era de tintes siniestros. Y cada caso no sólo representaba un nuevo reto, una nueva aventura, sino también un vistazo a algunos de los rincones más oscuros del corazón y la razón humana. Porque Holmes se enfrenta varias veces a gente que es casi tan genial como él, pero inescrupulosa y sociopática, lo cual sólo hace pensar que cuanto mayor el conocimiento, mayor la necesidad de imponerle cerrojos. Y sin mencionar que, aparte, es un buen boxeador, tiene una respetable fortaleza y condición y no teme usar la rudeza si es necesario.

Y ahora que está a punto de estrenarse la cinta de Guy Richie que pone al Detective en una nueva luz (un proceso común y cíclico para todos los personajes arquetípicos), debo decir que me da gusto porque al fin veré una versión donde se retrate a Holmes como lo que es, y no como el intelectual lejano y eminentemente cerebral que ha alejado a la gente de leer sus victorianas, opiómanas y lodosas aventuras en el brumoso Londres del XIX.

Oh, y, naturalmente con el tiempo leí también Las Narraciones Extraordinarias. Y, obviamente, me hice fan también de M. Dupin.


sábado, 26 de diciembre de 2009

La Venganza

Acabo de leer dos cartas abiertas que me han conmovido (y que todo mundo que pase por acá debería leer totalmente). Todos sentimos alguna vez el deseo de la revancha: alguien nos ha ofendido, pisoteado o simplemente se ha burlado de nosotros como si fuéramos mocosos, y sigue tan campante como si nada hubiera cambiado.

WRONG.

El viejo dicho "vive y deja vivir" tiene su razón de ser. Para todo hay límites. Una vez que ofendes, abusas, robas o en general transgredes a alguien, has roto una regla sagrada acerca de cómo moverse en el mundo. Has violado el espacio de otra persona. Y encima te enorgulleces de ello. Pero todo se paga, tal vez no aqui, tal vez en otro lado, pero, por Dios que el odio y la furia de aquellos que hemos sido injuriados te persigue, y si te alcanza, pobre de ti.

Nada como darle un golpe en la cara a aquel que cree que es más chingón que tú. Nada como sentir sus huesos y su carne estremecerse al sentir tu puño. Nada como sacar, aunque sea en un brevísimo instante, toda la ira que sentimos y el placer que derrochamos al equilibrar las cosas. La venganza es deliciosa.

Con eso en mente, y sólo porque es 25 de diciembre y se supone debe hacer uno las paces con todos aquellos que nos han ofendido, yo también haré una invitación abierta, porque también tengo cuentas pendientes (al igual que todos)...


Yo sé que somos de la misma sangre, pero estás a punto de hacer que eso deje de importarme. ¿Qué, sigues teniendo doce años? Nunca hemos sido cercanos, ni por error, pero quiero creer que simplemente por el lazo sanguíneo habría respeto.

Gracias (en serio) por demostrarme que no es así, y que eres basura, ignorante, ojete e incapaz de respetar el débil vínculo que nos une. No me gustan los pleitos en la familia, pero hace años que me las debes, y sólo sigues acumulando intereses en tu cuenta particular. Por respeto a la sangre, y porque no estás realmente a mi alcance, no he hecho nada, pero creéme, tus gracejadas casi han colmado mi paciencia, y nadie que tenga la cabeza llena de hartazgo es una persona inofensiva.

Así que te la pondré simple: deja de reirte a mis espaldas y provocarme, y en general meterte en mi vida. A mi me importa un bledo la tuya, y tus MUCHÍSIMAS fallas no las ventilo en reuniones de borrachos para causar risas. Sé que por tu nivel de educación eres incapaz de más, pero apelo a nuestro parentezco para que recapacites, antes de que algún día realmente me colmes el copete y proceda yo a reirme de ti haciendo tu vida miserable de alguna forma. Lo haré (siempre cumplo mis promesas, aunque sea a largo plazo) por la sangre que compartimos y que finalmente es lo que me da TODO el derecho a buscar pago por todas tus chingaderas.

Sabes que me refiero a ti, y sabes que cumpliré esto. Déjame en paz y nos llevaremos bien (para lo poco que nos llevamos). Sígueme jodiendo, y juro que te haré arrepentirte de esto. Si te gusta la humillación, hallaré una forma de humillarte de la que no podrás salir limpio NUNCA, y tú sabes que, siendo infinitamente más inteligente que tú, la encontraré eventualmente. Todo se paga en esta vida, y tú ya has vivido demasiado alegremente riéndote a expensas de lo que otros hacen con la suya. Ruega que no sea yo el que inicie la mordedura de trasero que el destino te tiene reservada por ser un hijo de puta (apuesto a que hay línea detrás de mi esperando para devolvértela, porque, contrario a lo que has de creer acerca de ti mismo, no todo mundo te ha de querer. Y de hecho, así es con cada persona en la Tierra. Todos tenemos alguien que nos la quiere romper), porque tú sabes que a los López (cosa que tú no eres, ni serás nunca, bastardete) nos vale madres todo una vez que nos llega el agua a los aparejos.

Así que tú sabrás.

- M.A. López.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Alas

Él despertó, como todos los días. Pero no era él.

Las sintió en su espalda. Querían moverse, moverlo a él. Las palpó con sus dedos. Arrancó algo, y lo miró atentamente: una pluma blanca.

El espejo del baño lo confirmó. Alas, blancas, largas, esbeltas. Alas que se movían cuando el pensaba que se movieran. Alas que relucían sin una mota de polvo. Alas, en un muchacho de dieciséis años, gordito, con acné y de apenas un metro sesenta de estatura.

Salió corriendo al patio de la vecindad, subió las escaleras que llevaban a la azotea y vio el abigarrado paisaje urbano que se extendía ante él. Montones de basura, fierros viejos, azoteas descuidadas, macetas con plantas que crecían abandonadas y perros que tomaban el sol ociosamente. Una vecina desde una azotea contigua lo miraba fijamente.

Él extendió sus alas, sintiendo el sol de las diez filtrarse a través de las plumas blancas. Dio un brinco, agitando sus nuevas extremidades, y no pasó nada. Brincó más alto, agitó sus alas más fuerte y no pasó nada. Empezó a sudar.

Entonces se asomó por la orilla de la azotea y vio, tres pisos más abajo, la acera. Agrietada. Con hojas secas, apestosa por los charcos de agua con aceite de radiador que se abrían paso entre los huecos.

Tomó aire, extendió las alas, y se dejó caer.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El Vikingo de Stamford Bridge


Año 1066. Inglaterra aún tiene mucho camino por recorrer para ser la temible potencia que impondrá su ley al planeta, y por el momento es, para ponerlo en términos simples, una pelota que se disputa -por alguna extraña razón- todo mundo. Al morir el rey Eduardo el Confesor sin herederos, tres tipos inmediatamente brincaron ante la posibilidad de sentarse en el trono: Haroldo Godwinson, un tal Guillermo que realmente no cuenta para nada en esta historia, y, debido a que los Vikingos aún tenían un montón de influencia sobre Inglaterra, el Rey de Noruega, Harald Hardrada.

Haroldo tomó el reino para sí mismo, y esto obviamente encabronó horrores a los Vikingos, quienes consideraban que nadie podía ir al baño en las Islas Británicas si no contaban con la venia nórdica para hacerlo. Harald juntó una masiva armada y se dirigió como Huracán a Inglaterra, dispuesto a caerle con furia bíblica a esos taimados comedores de Fish n' Chips.

Como esto pero con más hachas y sangre

Las cosas transcurrieron como de costumbre para los intrépidos guerreros nórdicos. Acabaron con los ejércitos combinados de Northumbria y Mercia, y el pueblo de Scarborough fue arrasado, quemado, pillado, vejado, meado encima y devorado por buitres. Haroldo estaba a punto de ponerse a llorar, impotente ante los feroces hombres del norte que estaban agarrando su país como campo particular de juegos.

Sin embargo, quién sabe cómo y por qué artes (probablemente relacionadas con la ingestión generosa de Red Bull), pero la armada anglosajona se puso las pilas, recorrió una enorme distancia en un tiempo récord y encontraron a los Vikingos casi casi como al Tigre de Santa Julia en un lugar llamado Stamford Bridge.

Una horrible carnicería empezó. Los noruegos no sólo estaban completamente desprevenidos: la ley de Murphy los atacó en el peor momento, puesto que más de un tercio de sus compañeros, armas y armaduras se hallaban en sus naves, a más de un día de marcha. Los anglosajones avanzaron entre ellos como un cuchillo caliente en un oceáno de deliciosa mantequilla derretida, y los intrépidos noruegos comenzaron una retirada desesperada cruzando el puente que da nombre al lugar, esperando llegar a sus naves y preparar lo mejor que pudieran una defensa contra la armada británica.

Una vez que hubieran limpiado un lado del río, los Sajones se prepararon a terminar la obra. Sin embargo, no les resultaría fácil alzarse con la victoria. Sobre el estrecho puente de Stamford los esperaba un montruoso vikingo: hacha de doble filo en mano, su casco abollado por innumerables batallas, cubierto con duras pieles de bestias que uno sólo puede imaginar en sus peores pesadillas. Un Berserker; guerreros especialmente notorios por su fuerza, habilidad, y por ser víctimas (es un decir) de una furia incontrolable y destructora que los poseía en batalla, incapaces de detenerse hasta morir o acabar con todo lo que se moviera y estuviera a su alcance.


Hi guys

Los británicos, confiados en su superioridad numérica (cinco mil a uno, nada menos), avanzaron sobre el puente, seguros de que ese tipo era sólo otro obstáculo que barrerían sin dificultad. Pero al primer golpe de hacha y tras ver cachos de lo que eran anglosajones volando por todas partes, resultó claro que aquel sujeto no estaba para juegos. Lanzas, espadas, flechas y demás parecían no afectarlo: sus feroces ojos fijos sólo en la armada frente a él, dispuesto a morir con honor y ocupar su lugar en el Valhalla, con los oídos llenos de cantos nórdicos de antiguos héroes, y la sangre y tripas de sus enemigos derramándose por el puente, en el río Derwent y en toda la orilla que conseguían ganar los pocos afortunados sobrevivientes a sus salvajes golpes.

El campeón resistió casi una hora, con oleadas de guerreros sajones estrellándose contra él como aviones contra el WTC. Cansados, desesperados, probablemente encabronados de verse contenidos tanto tiempo por un solo hombre, los sajones se preguntaban cómo diablos derribarían al gigante. Como no hay armada en la que falte un improvisado, un industrioso soldado británico decidió aplicar la solución básica al enfrentar a cualquier jefe de videojuegos: atacar su punto débil. El inglés subió corriente arriba, echó un barril al agua, subióse en él y justo al pasar bajo el puente atacó con su lanza al poderoso campeón noruego en... bueno, el único punto débil que tenemos en común todos los hombres.

El Berserker cayó, y con él la heroica resistencia vikinga. Harald Hardrada fue muerto en la batalla por una flecha en la garganta, y la influencia Vikinga en las Islas Británicas llegó a su fin. Sin embargo, la historia no ha olvidado al anónimo gigante que combatió a cinco mil, de los cuales cuarenta perecieron en sus manos y sólo Dios sabe cuántos más acabaron lisiados.

Ya no hay batallas - ni hombres - como estos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Avatar sucks, Parte 2

Para no escribir una jalada explicando todas las razones por las cuales Avatar se me hace una mamada, transcribo la conversación por MSN con mi compa Vic:

-laïko...- dice:
me ire hasta el 18 de diciembre yo creo
para ver AVATAR en IMAX con uds
hasta el moco!
si vamos?

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
Yo no tengo ganas de ver avatar
no sé cómo anda la gente excitada por una película que es del wey que dirigió titanic
perdón wey

-laïko...- dice:
no hay pedo wey
te comprendo
yo la neta quiero verla por la onda de ver una pelicula enteramente en 3D
y la neta es que cmaeron segun yo si es cabron
digo TITANIC es una mamada asquerosa
pero wey ALIEN! Terminator 1 y 2!
creo que hay que dalr eel beneficiio de la duda

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
fuera de esas tres no ha hecho nada chido
y no le doy el beneficio de la duda a alguien que dejó de hacer buen cine palomero
para venderse a la academia
pero es mi opinión

-laïko...- dice:
si wye pero pues hasta ridley scott se vendio
miles se han vendido wey
y no por eso dejan de hacer buen cine creo yo
yo le dare el beneficio de la duda porque estaba leyendo que es un proyecto en el que ha trabajado 5 años sin parar

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
Conozco gente que dedica toda su vida a una sola cosa y le sale una mamada
pero pues no es ese el caso pues
el chiste es que todo este hype de OMG AVATAR LOOKS AWESOME no lo entiendo

-laïko...- dice:
pues si quizas tengas razon

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
ni lo comparto
aparte, fuck 3-D movies

-laïko...- dice:
no mames neta?
3D se ma hace algo que si ayuda al cine wey

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
A mi se me hace un gimmick
es como ponerse una de esas cosas que giras fotitos y supuestamente se ven en 3-D
pura mamada para encarecer la entrada al cine
eso del 3-D lleva desde los cincuenta
ahorita se puso de moda porque...
a.- La gente compra, consume y ve cualquier mamada
y
b.- El cine hollywoodense se ha vuelto idiota
Por tanto, OMG MIREN 3-D

-laïko...- dice:
pero segun yo se puso de moda por la pirateria

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
avatar, la neta la historia me suena a CUALQUIER Space Opera
es casi lo mismo
humanos invadiendo el espacio de una raza
y creando un hibrido entre ellos, etc
neta vic, perdón pero fuck cameron

-laïko...- dice:
hajaja no hay pedo marino tampoco es como que mi idolo wey
yo le dare el beneficio de la duda
y la neta ami me gusta el 3D
creo que si ayuda
vi toy story en 3D y si motiva
no creo que solo sea para idiotas

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
no digo que sea para
digo que las películas se han vuelto idiotas
por eso les agregan pendejadas como esas del 3-D
no sé
a mi me gusta el cine tal cual, sin mamadas

-laïko...- dice:
wye y si terry gilliam saca una pelicula en 3D no la verias?

Professor Badass... Hector of fucking Troy (TRABAJANDO EN LA SERIE; NO ESTÉN CHINGANDO)... dice:
y a veces si me da como que cosa que anden sacando tanto gimmick nuevo que no evoluciona, en el fondo, el medio
es puro adornito
Terry Gilliam no necesita sacar una película en 3-D para enseñarte un mndo fantástico


Y ésta es básicamente mi accidentada opinión sobre todo este asunto.



Yeah Shut the fuck up already

La gran ventaja de las reseñas en internet, es que puedes leer la opinión de la gente al instante. Y aquí la opinión sobre Avatar y todo el aparato que traen con ella:

"I agree with freethinker. I never have understood the hype over Avatar at all. It does not impress me at all nor am I excited about any part of the movie... that plus Titanic sucked."

"Not to be a jerk, but the whole "Avatar looks awesome" thing is escaping me. Nothing about the entire project - movie/game/Cameron's vision - excites me one bit. Who knows, maybe the movie will indeed change my mind. I just don't get the excitement. Proof will be in the pudding, and so far, it looks like rice pudding."

No puedo estar más de acuerdo. Fuck Cameron, y recuerden las sabias palabras de Chuck D, miembro de Public Enemy: Don't Believe the Hype!