domingo, 27 de junio de 2010

Veeeer...

El gol anulado injustamente a Inglaterra es lo más simbólico de la época tan pinche que nos ha tocado vivir. El fallo de la tecnología, propiciado por la estulticia de ejecutivos que se quedaron, por ignorancia, pereza o avaricia, en 1970, cuyo máximo adelanto tecnológico sólo permitía a los aficionados en casa medio ver borrosamente si una jugada era o no era, entró o no, un pie habilitaba o cancelaba. ¿Es en bien de los aficionados, del juego o de qué? ¿No se supone que el fútbol es un juego justo? ¿No se supone que las reglas deben respetarse, claras como que si el balón pasa la raya es gol? La tradición no implica estar peleado con cualquier avance que permita despejar dudas de resultados. Por eso nadie (al menos nadie en sus cinco) le cree a Brasil sus cinco títulos, o a la propia Inglaterra o Francia sus campeonatos ganados cuando estaban en su casa.

Ojalá ya la generación que nació y creció con la tecnología (la verdadera tecnología, no las mamadas que les decían a nuestros abuelos primero con el radio y el teléfono y a nuestros padres después con todo lo que implicaron los ochentas) la sepa aprovechar, y que no sea un desperdicio en manos de oligarcas, políticos, tiranos y demás. Ya hay que terminar de hartarse del youtube y el twitter, y madurar.

Y al momento, acaba de anotar Alemania su cuarto gol. Alemania no tiene la culpa de la tranza que le hicieron a Inglaterra, pero nadie puede negar que un empate al medio tiempo hubiera propuesto una segunda parte muy, muy diferente.

domingo, 13 de junio de 2010

"Estamos chavos"

No habia leido sobre el caso de "Callejerito" porque, sinceramente, me gusta más hablar de las cosas cuando el chismorreo que siempre corre paralelo a un evento aquí en México le baja el IQ al menos 45% a la población en general (i.e. caso Paulette), pero, puesto que no queda más lamentación y exclamación hiperbólica de venganza que decir que no se haya dicho ya en internet, sólo queda reflexionar sobre la respuesta que dan los criminales, que justifican sin ningún descaro su sanguinolenta puesta en escena con la ignorancia de los pocos años (y, perdónenme, pero donde yo crecí a los 17 ya no se es ningún pendejo. Ni intelectual ni vivencialmente).

¿No es estúpido que, en este clima de violencia, de olvido hacia los desposeídos (no sólo los animales, pregúntenle a los indígenas de casi todo el país como les va) de insensibilidad, celebremos doscientos años de nuestra supuesto nacimiento como nación?

Esos vatos no sólo respondían por si mismos, sino por toda una generación de alienados.

martes, 8 de junio de 2010

La diferencia

Para los menguados que no lo recuerden, el PRI no es mejor alternativa que el PAN. La cosa es que ellos, hace más de diez años, al menos tenían vergüenza de dos cosas: de que pensaran que eran ladrones, y de que pensaran que eran pendejos.

Oh y la diferencia del PRD de hace más de diez años es que antes si estudiaban.

domingo, 6 de junio de 2010

Sabiduría

Hay dos formas de llegar a ella. Viajar requiere fortaleza, disciplina y sensibilidad; conocer el mundo, gente y cosas, aunque inevitablemente lleva al destierro de uno mismo. Leer requiere inteligencia, esfuerzo y paciencia, e inevitablemente conduce al destierro de los demás.