Pero era imposible no decirlo: QUÉ BUENO que al fin le estalló en la cara a Calderón el resultado de su ineptitud, autoritarismo e incapacidad como presidente. No creo recordar en todos mis años de vida (ninguno con ningún presidente que pueda calificarse de medianamente eficiente en su cargo) un bitchslap tan elocuente y eficiente como el que recibió de parte de las madres de Juárez. No lo creo capaz de recapacitar y enderezar más o menos el camino (esto es México, después de todo), pero, al menos nos sirve a los demás de solaz verlo ser increpado y exhibido de tal forma.
¿Y la "Nueva Revolución" apá?
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